La justicia de EEUU presenta sus pruebas contra Kim Dotcom y Megaupload

A casi dos años del abrupto cierre de Megaupload, las autoridades norteamericanas dieron a conocer una gran cantidad de pruebas contra Kim Dotcom. El Departamento de Justicia de los Estados Unidos presentó un extenso informe que incluye correos electrónicos, enlaces, archivos, conversaciones en Skype y todo tipo de información con la que quieren demostrar que el polémico empresario controla un enorme negocio en base a contenidos compartidos de manera ilegal.

El principal argumento en defensa de sitios como Mega, Taringa! o The Pirate Bay, es que ponen a disposición de los usuarios un servicio que les permite compartir archivos de gran tamaño pero que no tienen control sobre lo que se publica. Sin embargo, el sistema judicial de los Estados Unidos está dispuesto a demostrar que Kim Dotcom, creador y administrador de Megaupload no sólo estaba al tanto de lo que sucedía, sino que pagaba grandes cantidades de dinero a quienes aportaran tráfico al servicio, sin importar la legalidad de los contenidos.

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Aunque es una práctica conocida y muy utilizada, para acusar a alguien se necesitan pruebas. Megaupload vigilaba el tráfico proveniente de portales de enlaces piratas y pagaba a quienes subían más archivos. Para probarlo, se presentaron correos electrónicos que muestran las negociaciones de esos pagos. 

Los correos demuestran que los administradores conocían los contenidos: en algunos e-mails se discute cómo pueden escapar de las acusaciones de haber visto los archivos durante la mudanza de todo el material adulto al portal alternativo Megarotic. Antes de moverlo, todo ese contenido tenía que leerse.

En otros correos, los directivos reconocen que deben limitar más la piratería, aunque admiten que si lo hacen se eliminarían el 99,999 por ciento de los vídeos de Megaupload. Además de estos textos, el departamento de justicia cuenta con la ayuda de algunos ex-usuarios de Megaupload que explicaron cómo funcionaba el sistema de pagos.

El sitio web recibía miles de solicitudes legales para borrar archivos pirateados, pero los administradores sólo eliminaban los enlaces y mantenían el archivo en los servidores. Pasaba lo mismo con cuentas de usuarios que se dedicaban a subir contenido pirata y eran descubiertas. Megavideo generaba 25 millones de dólares gracias a la publicidad, pero las ganancias por las suscripciones de pago llegaban a los 150 millones de dólares.